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Callejero de Oviedo.

El cambio de nombre de las calles se aprobará en un mes
«Al Ayuntamiento no le corresponde discutir las leyes, sino cumplirlas», dice el Alcalde sobre la ley de la Memoria Histórica

El Alcalde recibe el trabajo de la comisión que ha revisado el callejero, de manos de su portavoz, Carmen Ruiz-Tilve.
M. PÉREZ El Ayuntamiento de Oviedo aprobará en un mes los cambios en el callejero de Oviedo para adaptarlo a la ley de la Memoria Histórica. Aun así, las calles que cambien de nombre mantendrán el actual durante un período indeterminado, hasta que se consensúe la nueva denominación. Así lo aseguró ayer el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, que recibió de manos de la comisión de estudio del nombre de las calles el documento que resume su trabajo de estos meses. «Agradezco su trabajo, que no ha sido fácil», dijo el regidor. «Para realizarlo sus miembros han tenido en cuenta dos criterios: el primero, el cumplimiento estricto de la ley», apuntó. En este sentido De Lorenzo abundó que «al Ayuntamiento no le corresponde discutir las leyes, sino cumplirlas. Es el Parlamento de España quien aprueba y promulga las leyes y al resto de instituciones nos corresponde acatarlas y cumplirlas con el máximo respeto. Solamente así funciona bien una sociedad democrática basada en el Estado de derecho». En cuanto al segundo criterio de la comisión, el Alcalde explicó que ha sido «el análisis riguroso desde una perspectiva histórica de los nombres de las calles de nuestra ciudad». Gabino De Lorenzo recibió el documento «con el mismo espíritu que inspiró la creación de esta comisión: despolitización y respeto absoluto a las decisiones tomadas por quienes forman parte de la misma». Y agregó: «Ni tengo ni pienso tener opinión sobre este asunto. Acato y hago mío el trabajo de los comisionados. Así debe ser. Gracias al compromiso ciudadano y al rigor de la comisión».

Fuente:Lne.es » Oviedo

Noticias de Oviedo

La otra cara de la piedra
25.10.09 -
SUSANA NEIRA OVIEDO
Las ocho canteras activas del municipio suman 250 hectáreas en explotación autorizadas por la Consejería de Industria
El sector produce «la segunda materia prima más consumida»
El precio de cada tonelada de piedra producida ronda los siete euros
Los áridos son materiales intertes, manchan pero no contaminan
Es la una de la tarde del jueves y un vigilante de seguridad uniformado supervisa el manejo de 1.500 kilos de explosivo en la segunda bancada de una zona de extracción de canteras La Belonga, en Cellagú. Un equipo especializado perfora a 20 metros de profundidad, introduce el material, se aleja, detona y «Puummm». La explosión suena durante un segundo y permite arrancar más de 15.000 toneladas de piedra a la montaña. Al día siguiente, las excavadoras cargan el árido, lo trasladan a la planta de demolición y los camiones lo distribuyen por la región. Sale a venta a unos siete euros de media por tonelada.
En Oviedo hay ocho explotaciones de este tipo, con más de 250 hectáreas autorizadas, según el registro de la Consejería de Industria y Empleo. Su concentración se debe a que es una de las partes de Asturias con mayor masa caliza y sobre todo, tiene una estratégica ubicación geográfica. Anieves, Brañes, Cellagú, El Naranco, Santa Marina de Piedramuelle y Tudela Veguín aparecen en el mapa de esta industria, siempre atacada por dos frentes. Por un lado los vecinos, que se quejan del ruido, el polvo y la suciedad; y por otro, los ecologistas, que aprovechan cualquier tramitación, como el proceso de ampliación iniciado ahora por tres de las minas, para denunciar el daño medio ambiental.
Los empresarios del sector, cuya participación en los medios de comunicación suele ser menor, no están de acuerdo con la imagen tan negativa que les atribuyen. «Es un mundo muy desconocido y se habla desde el desconocimiento. La gente no se suele quejar por un polígono industrial, ¿por qué la cantera tiene una imagen peor? Quizá los culpables seamos nosotros por no hacer ver que es una industria necesaria», lamenta Alberto Fernández desde el despacho situado a la entrada de cantera de Cellagú, de la que salen y entran camiones con bastante frecuencia.
Este ingeniero de Minas, director facultativo de La Belonga S. A., entiende la sensibilización social por la extracción y que haya preocupaciones medioambientales. «Probablemente a nadie le apetecer vivir al lado de una cantera, pero nadie tiene razón al 100%», dice antes de dar un argumento de peso para equilibrar posiciones: «Después del agua, la segunda materia más consumida por el hombre es el árido. Si sobramos, a ver con qué hacemos las carreteras, los hospitales y las casas». Es decir, sin piedra, una región se estancaría. Tampoco tendría edificios históricos de los que ahora presume, como los monumentos prerrománicos o la catedral de San Salvador, continúa.
Otras opciones
La Belonga, con 50 hectáreas autorizadas y más de veinte trabajadores directos, produjo 1,2 millones de toneladas de áridos el año pasado, la mayor después de los 1,5 de la cementera de Tudela Veguín. La actual empresa, creada en 1978, suministra para la construcción de un tramo de los túneles de Pajares y autovías. «El sector tuvo un empujón muy grande con las autovía del Cantábrico, pero ahora este tipo de movimientos irá a menos», reflexiona. La crisis les va a pasar factura. En cualquier caso, el árido también se destina a la desulfuración de centrales térmicas, el calado de montes y productos cotidianos, como la pasta de dientes, el azúcar y los piensos.
Además de defender su necesidad y la estabilidad y formación de la plantilla (en La Belonga son 22 empleados), el ingeniero subraya que las canteras de áridos de la región son respetuosas con el medio ambiente, - «aquí hemos plantado más de 5.000 árboles», pone de ejemplo-; con los vecinos - «tratamos de estar en concordia con ellos y hemos arreglado algunas infraestructuras, como una carretera», asegura-; y con una normativa cada vez más estricta. Hacen continuos estudios de ruido y polvo para intentar reducir sus emisiones, mermadas ya con la instalación de aislantes, balsas de decantación y otras medidas aún más simples, como pasar por agua las ruedas de los camiones para no manchar las carreteras de la zona. Ahora están realizando un estudio para intentar limitar aún más las molestias. En cualquier caso, recuerda Fernández, «el árido es un material inerte, mancha pero no contamina».
Control público
La Administración también les vigila. «Estamos permanentemente controlados por la Dirección General de Minas. Nos visitan, como mínimo, una vez al año para controlar que es cierto el plan de labores que presentamos», garantiza para eliminar cualquier duda de su gestión.
Para abrir una planta, se necesitan varias autorizaciones. Primero para investigar el material y hacerse con el control de una zona. Luego, deben de presentar estudios de impacto ambiental, planes de explotación y de restauración. «Hay que depositar un aval por cada metro a explotar», explica. Así, el Principado se garantiza que, en caso de que el empresario abandone la cantera sin realizar medidas de recuperación, dispone de dinero para hacerlo.
Además de tapar la piedra con verde, Fernández explica que se están dando otros usos a las viejas canteras, como espacios deportivos (en la antigua cantera de La Belonga está la abandonada galería de tiro municipal). Como recuerda, la reserva natural de Las Médulas (El Bierzo, León) y el parque natural de Cabárceno (Cantabria) fueron antiguas explotaciones mineras.
Desde Industria también insisten en el control y recuerdan que, durante un congreso celebrado a principios de octubre en Valencia, se reconoció a Asturias «como referente nacional en materia de planificación y ordenación minera, especialmente en las competencias medioambiental, urbanística y de protección de patrimonio cultural». Aun así, las molestias que genera el sector probablemente continúen provocando malestar.

El fiscal acusa de fraude a Hacienda al máximo accionista del Oviedo
Pide dos años de prisión para Alberto González
Si se introduce la frase 'defraudar a hacienda' en el buscador de internet Google se obtienen más de 48.800 entradas. Hay hasta un manual para que los más tentados por el engaño no se pasen de la raya e incurran en un delito penal. No lo debió de leer Joaquín Alberto González López, vicepresidente y máximo accionista del Real Oviedo. El Ministerio Fiscal le acusa de dos delitos contra la Hacienda Pública, por las irregularidades en las declaraciones de impuestos de la empresa Asturterra S. L. durante el año 2004. Por entonces, González era el administrador único de la sociedad y, por tanto, responsable directo de su actividad.
Según el escrito del Ministerio Público, el acusado es responsable de dos delitos por los que solicita para él un total de dos años de prisión con inhabilitación de sufragio pasivo por el mismo tiempo. Además, González, de ser condenado, tendrá que pagar una multa de 905.454 euros, la cantidad defraudada. No podrá, tampoco, percibir ayudas o subvenciones públicas, ni gozará de beneficios, incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante tres años. A todo, habrá que sumar los intereses de demora que establecen la Ley General Tributaria pues los presuntos delitos se cometió hace ahora cinco años.
Los delitos
Según el Fiscal, Asturterra S. L. presentó una declaración falseada de del Impuesto de Sociedades de 2004. Primero, no recogía una venta de una finca en Las Segadas. El terreno, ni siquiera figuraba entre las propiedades de la empresa, y la sociedad no recogió la operación en sus libros contables y tampoco repercutió el IVA correspondiente. No fue la única irregularidad en este impuesto.
La empresa también transmitió 12 fincas a cambio de participaciones de dos empresas diferentes (una de ellas, San Claudio Inmuebles S. L., de la que el acusado y su hermano eran administradores solidarios). Las operaciones, permitidas por ley, no hubieran sido constitutivas de delito si González no hubiera ocultado las plusvalías de las mismas. De hecho, llegó a vender posteriormente uno de los terrenos transmitidos.
Cuando ya sumaba 590.000 euros de estafa, llegó el Impuesto sobre el Valor Añadido. Asturterra S. L., siguiendo su modus operandi y tampoco registró algunas operaciones. La dejadez llegó a tal punto, según el Fiscal, que durante el tercer y cuarto trimestre de 2004 ni siquiera presentó el formulario del impuesto. El resultado: otros 315.453 euros de desfalco.
El montante total de las 'trampas' suma 905.454 euros, una cuantía que supera con creces los 120.000 euros, frontera entre falta y delito penal. La legislación castiga con penas de multa y cárcel a quién incumple sus obligaciones tributarias obteniendo como resultado no sólo un beneficio económico sino un perjuicio patrimonial directo a la Hacienda Pública. Así, para que un juez penal pueda intervenir es necesario que el acusado incumpla intencionadamente la normativa y que el fraude exceda de 120.000 euros por tributo y por año. Unas premisas que para el Ministerio Fiscal se cumplen en el caso de la empresa Asturterra S. L.
El juicio se celebrará el próximo miércoles en la sala de lo penal número 3.

«Mis opciones de ser campeón son de 7 sobre 10», afirma Alonso

El R29 va rápido y resiste ciclos largos en la pista sin dar problemas. Un monoplaza fiable que no se parece en nada al coche que debutó el año pasado en Australia, lo cual ha generado un desconocido optimismo en Fernando Alonso, que afronta la nueva temporada con ilusiones renovadas.
«La pretemporada del 2008 fue bastante desastrosa. Íbamos bastante lentos y ya se veía que íbamos a empezar el año de mala manera y, este año, sin embargo, creo que hemos hecho una buena pretemporada», aseguró ayer el bicampeón, que se concede a sí mismo un «7 sobre 10» en posibilidades de cerrar la temporada con su tercer título.
«Tengo muchas ganas de que empiece este año, han cambiado muchísimas cosas en la Fórmula-1, con unas nuevas reglas y con bastantes cambios que la van a hacer más emocionante. Yo creo que todos los pilotos y equipos tenemos ganas de ver cómo salen las cosas», explicó el piloto de Renault en una entrevista a 'La Sexta'.
El asturiano justificó su tradicional prudencia en un «realismo» que este año le permite asegurar que «hemos hecho una buena pretemporada, es cierto que nuestros rivales han mejorado mucho en los últimos entrenamientos y no sabemos muy bien dónde estamos, pero creemos que no podemos estar muy lejos de los primeros».
Alonso entiende que el resultado de la nueva temporada dependerá mucho de la evolución del monoplaza Renault.

Fuente: elcomerciodigital.com/

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